(Entrada publicada originalmente en la primera y difunta edición de este blog).
Esta vez le toca el turno al disco de Kobol Electronics, un proyecto conceptual sin continuidad concebido por el italiano Andrea Merlini (conocido como Andreas Herz en su faceta más minimalista) para dar rienda suelta a sus delirios de clonación del inconfundible y genuino sonido electro de los detroitianos Drexciya y sus proyectos paralelos (Dopplerffekt, Elecktroids, etc.) de los que prometo hablar largo y tendido en una futura entrada, pues es uno de los 10 nombres que, siguiendo el típico tópico, me llevaría sin duda a una isla desierta.
Este disco empieza a concebirse en 1997, 10 años antes de su publicación. Casual y lamentablemente, durante su lenta gestación fallece James Stinson, una de las dos mitades de Drexciya, cuya muerte tiene lugar el 3 de septiembre de 2002 a causa de un fallo cardíaco, y a quien Merlini dedica explícitamente su obra en los créditos.
Una obra que, sin disimulo ni pudor alguno, consigue emular a la perfección los sonidos de videojuegos Atari, atmósfera subacuática y ficción tecnológica de sus ídolos, hasta el punto de resultar igual de imprescindible.
Esta vez le toca el turno al disco de Kobol Electronics, un proyecto conceptual sin continuidad concebido por el italiano Andrea Merlini (conocido como Andreas Herz en su faceta más minimalista) para dar rienda suelta a sus delirios de clonación del inconfundible y genuino sonido electro de los detroitianos Drexciya y sus proyectos paralelos (Dopplerffekt, Elecktroids, etc.) de los que prometo hablar largo y tendido en una futura entrada, pues es uno de los 10 nombres que, siguiendo el típico tópico, me llevaría sin duda a una isla desierta.
Este disco empieza a concebirse en 1997, 10 años antes de su publicación. Casual y lamentablemente, durante su lenta gestación fallece James Stinson, una de las dos mitades de Drexciya, cuya muerte tiene lugar el 3 de septiembre de 2002 a causa de un fallo cardíaco, y a quien Merlini dedica explícitamente su obra en los créditos.
Una obra que, sin disimulo ni pudor alguno, consigue emular a la perfección los sonidos de videojuegos Atari, atmósfera subacuática y ficción tecnológica de sus ídolos, hasta el punto de resultar igual de imprescindible.
DESCARGAR
(Contraseña: trybuna)
(Contraseña: trybuna)
Hacía tiempo que iba detrás de este trabajo ya que los escuché junto con Dopplereffek y me parecieron un poco menos monótonos que los tan ensalzados Drexcita. Tan sólo los podía conseguir a través de Rotor pero, como siempre, sus existencias son muy limitadas. Mira por donde ya lo tengo en mis manos gracias a ti. Muchas gracias!
ResponderEliminarElectro Minimal en estado puro. Como dice el amigo Atom, me recuerda bastante a Dopplereffek.
ResponderEliminarPersonalmente agradezco que sean pocos temas, pues reconozco que el Electro "tan puro" me puede llegar a cansar si lo escucho muy seguido.
De todos modos me gusta.
Saludos eléctricos.
Gracias a ti, amigo Atom, por tus comentarios. Aunque discrepo sobre tu opinión respecto a la monotonía de Drexciya... :)
ResponderEliminarAmigo Chorby, agradezco tu comentario y sinceridad, y entiendo perfectamente que esto pueda gustar menos. A pesar de sus elementos "retro", es un material que se aparta un poco de la tónica de este blog.
Salu2!