De nuevo dedicamos una entrada a la paleontología de la música electrónica. Hoy le toca el turno a Raymond Scott, un verdadero genio visionario que, si no hubiera sido por su enfermizo secretismo, celo profesional y exagerado perfeccionismo hubiera sido sin duda uno de los nombres clave de la electrónica popular del siglo XX.
Hay ingentes recursos en la red sobre Raymond Scott y en especial sobre su faceta electrónica, por lo que aquí haremos tan sólo una breve síntesis expandible.
Respecto al disco que posteamos hoy, se trata de la primera entrega de la serie "Soothing Sounds For Baby" de 1963, formada por tres volúmenes independientes, desarrollados junto a un tal Instituto Gesell para el desarrollo del niño y destinadas nada más ni nada menos que a calmar y a la vez estimular diversas facetas del crecimiento de los bebés. Este primer volumen estaba pensado para bebés de 1 a 6 meses. Los otros dos iban destinados respectivamente a bebés de 6 a 12, y de 12 a 18 meses. Fueron publicados en ediciones sumamente cortas por Epic en 1963, y puede decirse que son los únicos trabajos electrónicos de Raymond Scott publicados en vida de manera oficial.
Se trata de una música completamente electrónica, realizada en parte con el Electronium de su invención, así como otros instrumentos ajenos y añejos, como el Ondioline. Son por lo general temas bastante extensos, apacibles, muy minimalistas y ambientales, que generalmente repiten hasta lo mántrico melodías de aire infantil o ritmos que emulan objetos de la vida real (relojes, máquinas de escribir, etc) con leves evoluciones del sonido. Tengo serias dudas de cómo reaccionarían los infantes al escuchar estas juguetonas y marcianas letanías sintéticas, pero lo que está claro es que es una increíblemente pionera música ambiental. Brian Eno tardaría más de diez años en publicar su "Discreet Music".
Estos tres discos han permanecido prácticamente en el anonimato hasta que el sello holandés Basta Music los reeditó en 1997, tanto en formato CD como en vinilo de alta calidad, reproduciendo en este formato las portadas y textos originales.
Para ampliar a fondo conocimientos sobre la vida y obra de Scott, existe un documental biográfico titulado "Deconstructing Dad - The Music, Machines and Mystery of Raymond Scott" cuyo trailer podemos ver aquí:
Y existe también un imprescindible doble CD más libro, de obligada compra para cualquier aficionado serio de la retroelectrónica, titulado "Manhattan Research", del que nuestro amigo Audionaut da buena cuenta en su fantástico blog Audionautas. Fue también publicado por Basta Music en 2001, y que sirvió para dar a conocer de manera más amplia y general las chifladuras electrónicas de este caballero, hasta entonces prácticamente desconocido a pesar de todo el tiempo y recursos que dedicó en vida al asunto. Tan sólo por el impresionante libreto de más de 100 páginas, plagado de fotos de época, toneladas de información, entrevistas, etc., vale su peso en oro. Y si añadimos el contenido sonoro de los 2 CDs, una excelsa recopilación plagada de prehistóricos sonidos sintéticos realizados por Scott desde sus laboratorios privados en los años 50 y 60, precisamente llamados Manhattan Research, podemos decir que estamos ante uno de los más importantes álbumes electrónicos jamás publicados. Nunca, nunca me cansaré de recomendar encarecidamente este álbum.
Hay ingentes recursos en la red sobre Raymond Scott y en especial sobre su faceta electrónica, por lo que aquí haremos tan sólo una breve síntesis expandible.
Respecto al disco que posteamos hoy, se trata de la primera entrega de la serie "Soothing Sounds For Baby" de 1963, formada por tres volúmenes independientes, desarrollados junto a un tal Instituto Gesell para el desarrollo del niño y destinadas nada más ni nada menos que a calmar y a la vez estimular diversas facetas del crecimiento de los bebés. Este primer volumen estaba pensado para bebés de 1 a 6 meses. Los otros dos iban destinados respectivamente a bebés de 6 a 12, y de 12 a 18 meses. Fueron publicados en ediciones sumamente cortas por Epic en 1963, y puede decirse que son los únicos trabajos electrónicos de Raymond Scott publicados en vida de manera oficial.
Se trata de una música completamente electrónica, realizada en parte con el Electronium de su invención, así como otros instrumentos ajenos y añejos, como el Ondioline. Son por lo general temas bastante extensos, apacibles, muy minimalistas y ambientales, que generalmente repiten hasta lo mántrico melodías de aire infantil o ritmos que emulan objetos de la vida real (relojes, máquinas de escribir, etc) con leves evoluciones del sonido. Tengo serias dudas de cómo reaccionarían los infantes al escuchar estas juguetonas y marcianas letanías sintéticas, pero lo que está claro es que es una increíblemente pionera música ambiental. Brian Eno tardaría más de diez años en publicar su "Discreet Music".
Estos tres discos han permanecido prácticamente en el anonimato hasta que el sello holandés Basta Music los reeditó en 1997, tanto en formato CD como en vinilo de alta calidad, reproduciendo en este formato las portadas y textos originales.
Para ampliar a fondo conocimientos sobre la vida y obra de Scott, existe un documental biográfico titulado "Deconstructing Dad - The Music, Machines and Mystery of Raymond Scott" cuyo trailer podemos ver aquí:
Y existe también un imprescindible doble CD más libro, de obligada compra para cualquier aficionado serio de la retroelectrónica, titulado "Manhattan Research", del que nuestro amigo Audionaut da buena cuenta en su fantástico blog Audionautas. Fue también publicado por Basta Music en 2001, y que sirvió para dar a conocer de manera más amplia y general las chifladuras electrónicas de este caballero, hasta entonces prácticamente desconocido a pesar de todo el tiempo y recursos que dedicó en vida al asunto. Tan sólo por el impresionante libreto de más de 100 páginas, plagado de fotos de época, toneladas de información, entrevistas, etc., vale su peso en oro. Y si añadimos el contenido sonoro de los 2 CDs, una excelsa recopilación plagada de prehistóricos sonidos sintéticos realizados por Scott desde sus laboratorios privados en los años 50 y 60, precisamente llamados Manhattan Research, podemos decir que estamos ante uno de los más importantes álbumes electrónicos jamás publicados. Nunca, nunca me cansaré de recomendar encarecidamente este álbum.
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(Contraseña: trybuna)
(Contraseña: trybuna)
Muy buena entrada. Yo tengo dos de los tres álbumes y siempre me han encantado. De hecho, a parte de que se vendiese como música para los bebés(con los cuales me siento un poco como el Herodes moderno)siempre he tenido a este músico como el precursor de muzak, loungue o easy listening, algo así como el The Gentle People de los 90.
ResponderEliminarMe alegro de esta entrada tan bonita.
bomboncito, que ya tenía, pero bomboncito igual.
ResponderEliminarTe me has adelantado Elektroid!!! No pasa nada, supongo que en unos meses iba a escribir sobre los tres discos de Soothing Sound For Baby de Raymond Scott, aunque si te digo la verdad, a día de hoy me da bastante pereza escuharlos, pero bueno, como te digo, no tenía planes a corto plazo con esta trilogía y de hecho en cuatro meses ya he publicado dos entradas sobre Scott y no es cuestión de saturar al personal. En cualquier caso, muy acertados todos los datos que aportas y gracias por la cita y el enlace a www.audionautas.com
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